Raza y Género: Interseccionalidad en la Misión de San Gabriel

Eulalia Pérez nació en 1800, ella fue una reconocida California. Pérez fue mayordoma de la misión San Gabriel en donde ella se encargó de tareas administrativas. El testimonio de Eulalia Pérez “Una vieja y sus recuerdos…” fue escrito en 1877, este testimonio brinda a luz información sobre las intersecciones de raza y género en esta época. Primerizamente, su testimonio habla sobre la explotación y opresión de los indios en las misiones. A través del uso de voz narrativa, tono, dicción y sintaxis el testimonio demuestra la perspectiva de Eulalia Pérez sobre el trato de los indígenas. A través de estas convenciones estilísticas uno puede ver como Pérez es subordina a los frailes y cree que ellos tratan a los indígenas y a las mujeres justamente.

[Señora Eulalia Perez en su residencia, Misión de San Gabriel], cortesía, California Historical Society, CHS2013.1083.jpg.
 

El testimonio de Pérez está escrito en un tono informal en primera persona. El texto se lee como si Pérez le estuviera hablando al lector. El testimonio comienza con una breve introducción de la familia de Pérez. Ella habla de sus padres y menciona que eran “blancos puros” (Pérez, 52). El hecho de que Pérez le dé importancia a la raza de sus padres como “blancos puros” demuestra que había una jerarquía racial durante esta época. En su testimonio Eulalia Pérez explica a través de listas todas las tareas de las que ella se encarga en la misión. Al usar palabras como “también” y “además” Pérez hace énfasis en todas las tareas que tenía y lo diversas que eran, demostrando lo importancia de su cargo. Además, La importancia del cargo de Pérez se nota cuando ella dice “Luis el jabonero tenia cuidado de la jabonería, pero yo lo dirigía todo” (Pérez, 53). El hecho de que Pérez mencione que ella era jefa de un indio demuestra las intersecciones de raza y género en esta época. Una mujer blanca como Pérez tenía mucho más poder e influencia que un hombre indígena como Luis. A través del uso de dicción uno también puede notar como eran vistos los indios en esa época. Cuando Pérez habla sobre unos de sus trabajos ella menciona que en cada departamento había un maestro que era indio “ya de razón e instruido” (Perez, 54). Esto da a entender que ser adoctrinado e ‘civilizado’ era ser “de razón e instruido”. También el hecho de que Pérez justifique a los indios que trabajaban en los telares diciendo que eran de razón e instruidos demuestra nuevamente la jerarquía racial, ya que un indio instruido y de razón parece ser más importante que uno no instruido. Por último, a través de la voz narrativa y tono del testimonio uno nota como Pérez respeta y admira a los frailes. Después de mencionar lo horribles que son los castigos de los indios, Pérez justifica esto diciendo “los padres Sánchez y Zalvidea siempre fueron muy considerados con los indios. Yo no me meto a decir lo que hicieron los otros porque no vivía en la misión” (Pérez, 55). Al decir que los padres fueron muy considerados Eulalia hace clara su opinión de los frailes. Además, ella se justifica en el testimonio diciendo que ella no sabe más sobre el resto de personas y el trato a indígenas.  

En general, el testimonio de Eulalia Pérez provee información sobre el rol de las mujeres en las misiones, también la importancia de las intersecciones de raza y género en esta época. A través de analizar convenciones estilísticas en el testimonio el lector puede entender la perspectiva de Eulalia Pérez sobre los indígenas y se nota las formas en las que las opresiones de indígenas fueron normalizadas y justificadas durante esa época.

Speak Your Mind

*

css.php